José María C., el único de los cuatro detenidos que está en prisión
por su relación con el crimen del empresario, declaró ayer de nuevo
ante la juez. En esta ocasión se confesó único autor del homicidio
y exculpó a Sebastián B., a quien antes había señalado como autor
del homicidio de Pedro Estarellas.
La pasada semana José María C. mantuvo una versión muy distinta.
Reconoció que había intervenido en el robo en el piso de
Estarellas. Dijo que él ya encontró al empresario muerto cuando
subió al piso. Mantuvo que el autor de la muerte era Sebastián y le
acusó de haberse apoderado de la caja fuerte del piso. Sobre las
huellas suyas que aparecieron en el cuarto de baño José María lo
justificó diciendo que se había manchado de sangre cuando intentó
aflojarle las ligaduras a la víctima.
Sin embargo, esta declaración no convenció a casi nadie. Días
después la juez decretó la libertad bajo fianza de Sebastián, que
estaba en prisión. Hace pocos días José María le contó a su abogado
Eduardo Valdivia otra versión que, según él, es la verdad.
Reconoció que al empresario lo había matado él, y que los otros
detenidos no habían intervenido. El detenido se mostró dispuesto a
contarle al juez la versión que le había manifestado al
abogado.
Según señalaron fuentes próximas al caso, José María explicó que
fue Sebastián quien le indicó el lugar donde podía cometer un robo.
El detenido mantiene que es consumidor de droga y que atravesaba un
mal momento económico, por lo que necesitaba conseguir dinero.
Sebastián fue quien le informó (siempre según su versión) que Pedro
Estarellas era una persona con dinero y no tendría problemas para
robar en su casa. Al parecer, ambos habían previsto repartirse el
botín.
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