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El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma declara culpable a Ricardo B.B. de los delitos de incendio, estafa y una falta de lesiones. El acusado deberá pagar una indemnización de más de 16 millones de pesetas, si bien se declara la responsabilidad civil de una compañía de seguros. El día 2 de noviembre de 1996, sobre las once de la mañana, se declaró un incendio en una vivienda de un edificio de once alturas del Passeig Marítim de Palma. Se trata de un piso de unos 400 metros cuadrados de superficie que tenía piscina particular.

Los jueces afirman que el incendio se provocó utilizando líquido de barbacoa. Los bomberos localizaron cinco focos distintos. Antes de este siniestro, según relata el tribunal, el acusado había suscrito una póliza de seguros de su casa. Había asegurado 55 millones de continente y 25 de contenido. También suscribió un suplemento especial por joyas por otros 13 millones de pesetas. Presentó en la compañía de seguros un listado de todas las piezas de valor que tenía en su domicilio. La sentencia señala que el día 16 de octubre el acusado cambió las alfombras de su casa. Se llevó dos valoradas en 700 mil pesetas y en su lugar colocó otras valoradas en 90 mil. También sustituyó cuadros muy valiosos y colgó láminas que apenas tenían valor. Asimismo cambió los muebles del despacho por otros de menor calidad.

Sin embargo, el tribunal no sólo detalla esta serie de circunstancias, sino que además señala que en la fecha que se cometió el incendio el piso había sido embargado por un banco, y ya se había fijado la fecha de las subastas. Ricardo B.B. ha negado que él provocara el incendio. El día de los hechos el acusado fue rescatado por los bomberos al quedar atrapado en el balcón de su casa. El empresario manifestó que el siniestro lo habían provocado dos individuos desconocidos, que le golpearon y le robaron efectos de valor antes de quemar el piso. Este incendio puso en peligro la seguridad de los vecinos. Incluso una mujer perdió el conocimiento y tuvo que ser rescatada.