La carretera vieja de Bunyola, a la altura del cruce de la
urbanización de es Garrovers, fue el escenario de un accidente de
tráfico mortal ayer de madrugada. La víctima fue un joven
motorista, llamado Bernardo Martín Crespí, que se estrelló contra
un coche que salió de una señal de stop sin advertir su presencia.
Minutos antes de la una de la madrugada, cuando la Navidad
acababa de expirar, aconteció la terrible colisión. Bernardo
Martín, de 24 años de edad, circulaba correctamente con su moto por
la carretera vieja de Bunyola y portaba el casco reglamentario. Sin
embargo, todas estas precauciones no fueron suficientes para evitar
el fatal desenlace. De forma inopinada un coche invadió u carril, a
la salida de un cruce, y el muchacho se estrelló frontalmente
contra el lateral del vehículo.
El motorista salió despedido y en su caída se fracturó el
cuello, por lo que falleció al instante. El conductor del coche,
que salió ileso, dio aviso de lo ocurrido y al kilómetro 5-500,
punto fatídico de la colisión, se desplazaron efectivos del
subsector de Tráfico de la Guardia Civil y una dotación sanitaria
de la Asociación Ambulancias Illes Balears. Los médicos examinaron
al motorista y comprobaron que carecía de constantes vitales. El
juzgado de instrucción número 10, que en la noche de ayer se
encontraba en funciones de guardia, fue informado del óbito y la
empresa funeraria de Palma, pese a tratarse del término de
Marratxí, se desplazó hasta el cruce de es Garrovers y retiró el
cuerpo sin vida del muchacho.
Los agentes de Tráfico confeccionaron el correspondiente
atestado que, al parecer, refleja que Bernardo Martín se vio
sorprendido por la precipitada incorporación a la vía del coche y
no pudo esquivarlo. Así las cosas, con el fallecimiento de ayer las
fiestas de Nochebuena y Navidad finalizan de forma trágica en las
carreteras de Mallorca.
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