El Ajuntament de Eivissa abrió ayer un expediente de infracción
urbanística a los propietarios del edificio Barceló, que se
desplomó el pasado sábado por causas que aún se desconocen.
Los responsables del equipo de gobierno precisaron que, aunque
la empresa Viajes Barceló había solicitado el pasado 13 de
diciembre una licencia para reforma interior y cierre exterior por
un importe de 15'9 millones de pesetas, los servicios técnicos del
Ajuntament habían exigido a la empresa un proyecto técnico y un
estudio básico de seguridad y salud visados, que no habían sido
presentados, por lo que no se había concedido la licencia.
Ayer también se supo que el pasado 10 de enero el Ajuntament
remitió un escrito a Viajes Barceló para que no diera comienzo a
las obras puesto que según lo proyectado la licencia de obra menor
solicitada el 13 de diciembre de 2000 no se correspondía con la
realidad. Pese a todo, e ignorando estas instrucciones, las obras
ya estaban en marcha. El Ajuntament de Eivissa, además, requirió a
la empresa un estudio básico de seguridad y salud que no fue
presentado.
Después de la reunión mantenida ayer al mediodía entre el
colectivo de vecinos y el concejal de Bienestar Social del
Consistorio, el Ajuntament ha asumido el compromiso de alojar a los
afectados en un establecimiento hotelero de la ciudad.
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