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Inspectores de Treball paralizaron ayer las obras de la urbanización de Can Roses a la espera de que se aclare lo ocurrido. Trabajadores, inspectores y policías coincidieron en afirmar que si la red exterior de protección del edificio hubiese estaba bien anclada habría soportado el peso de Pedro Villanueva y el obrero no se habría estrellado contra el suelo.

La colocación de la red es obligatoria en cualquier construcción pero la clave, según explicaron ayer técnicos de la conselleria de Treball, es amarrarla fíjamente en cada altura de forma que si el trabajador pierde el equilibrio puede asirse a ella. En el caso del complejo de Can Roses, como se vio ayer, la red falló porque no estaba bien anclada.