El Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía continúa
recabando información sobre el crimen de Pedro Estarellas, el
empresario que fue asesinado en su casa de la calle Ruiz de Alda el
pasado mes de octubre.
Las últimas declaraciones del José María C., el único
encarcelado por el asesinato, han permitido a la policía recuperar
la caja fuerte que fue sustraída en la noche del asesinato del piso
del anciano, y que fue arrojada a Portals Nous días después de los
hechos. Se trata de una caja de pequeñas dimensiones que presenta
un boquete de unos 10 centímetros en su parte superior, provocado a
golpes de punzón por el implicado.
El armatoste no estaba empotrado en la pared y se encontraba
semioculto en la dependencia donde apareció sin vida Pedro
Estarellas. Para sacarlo de la casa, José María utilizó una maleta
de piel, con el objeto de que pasara desapercibido. De hecho, justo
enfrente del escenario del crimen se encuentra la Jefatura de
Policía y no habría sido muy razonable salir a la calle con la caja
fuerte en los brazos. Lo que no ha quedado muy claro es cuándo fue
arrojada al mar en Portals, aunque está confirmado que fue días
después. Supuestamente José María la llevó solo en su coche y la
tiró cerca del puerto, a sólo dos metros de profundidad. Sin
embargo, los investigadores creen que fue acompañado de otro de los
implicados, extremo que no ha podido ser confirmado.
La maleta fue quemada en un descampado de las inmediaciones de
es Coll d'en Rabassa, para borrar cualquier huella o indicio, y los
restos también han sido recuperados por el Grupo de Homicidios. El
contenido exacto de la caja fuerte tampoco ha trascendido, sólo se
sabe que había varios millones de pesetas.
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