El último incendio que se registró en la zona quemó unas cuatro hectáreas de terreno. FOTO: MICHELS

TW
0
MICHELS-JAVIER JIMÉNEZ Los vecinos de s'Arracó reaccionaron ayer sobresaltados a la noticia de un nuevo incendio forestal, que en esta ocasión arrasó cuatro hectáreas de gran valor paisajístico y cuyo origen, una vez más, es intencionado.

La alarma saltó sobre las 11.30 horas, cuando la Policía Local fue avisada de que algunos arbustos y pinos de la zona conocida como sa Font des Bosc estaban envueltos en llamas. El operativo se montó con rapidez, pero el fuego se extendió a otros parajes y fue necesaria la cobertura aérea para evitar que llegara a algunos chalets habitados de las inmediaciones.

Los residentes fueron los primeros en colaborar y utilizando cubos con agua, ramas o mangueras intentaron contener las llamas, hasta que finalmente varios parques de bomberos, brigadas de Ibanat (Instituto Balear de la Naturaleza), Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, dos helicópteros, dos «Airtractor», un «Dromader» y una avioneta combatieron durante casi cinco horas el siniestro. La piscina municipal y otras de chalets fueron utilizadas por los helicópteros para cargar agua, lo que sin duda impidió que el siniestro se les fuera de las manos.

Pese al espectacular despliegue las llamas siguieron ardiendo hasta casi las 17.00 horas, cuando la Guardia Civil comunicó que el fuego estaba «prácticamente controlado». Durante el tiempo que duraron las tareas de extinción el nerviosismo se apoderó de los vecinos de s'Arracó, que denunciaron que «es más que evidente que alguien quiere quemar estas montañas».