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Antonio M.F., de 34 años, fue detenido días después de este brutal atraco que se produjo en la noche del día 1 de marzo del pasado año en un chalet de la calle Alférez Cerdá. El acusado se enfrenta a una petición fiscal de 19 años de prisión, por los delitos de intento de asesinato y robo con violencia, y 50 millones de indemnización. La víctima de este robo, un hombre de 75 años de edad, ha quedado inválida porque el delincuente le clavó el cuchillo en la espalda y le seccionó la médula espinal. Esa noche el dueño de la casa entró en la cocina. No se había dado cuenta que por la puerta del jardín había penetrado un ladrón y que estaba agazapado esperando que los dueños se fueran a dormir, para después él robar.

Sin embargo, al encontrar al propietario se puso muy nervioso y le agredió con el arma, clavándosela en la espalda. Los gritos de la víctima alertaron a su mujer, que se dirigió hacia la cocina. Allí se encontró con la presencia del delincuente, que seguía blandiendo el arma y amenazándola. Sin tener en cuenta que había un hombre que seguía con el cuchillo clavado en la espalda, el individuo exigió el dinero. La mujer tuvo que indicarle donde lo guardaba y el agresor huyó con un botín casi irrisorio: diez mil pesetas. Abandonó el chalet por el mismo sitio por donde había entrado. Fue visto huir por una pareja. El delincuente se subió a un taxi y pidió que le llevaran a la Porta de Sant Antoni. Pagó la carrera con parte del dinero del botín de este robo.

Antonio M.F., que hasta ese momento no tenía antecedentes policiales, ha negado ser el autor de este intento de asesinato. Sin embargo, ha sido reconocido por la pareja que le vio salir y que se fijó que llevaba las ropas ensangrentadas. Como principal testigo de la acusación se ha citado al juicio al hombre que se encuentra en una silla de ruedas por esta agresión. La vista se prolongará durante dos días.