Decenas de vecinos de Lloseta se personaron ayer en el domicilio de
los padres de Sasum, el niño senegalés que murió ahogado la noche
del martes en un aljibe, para expresar su dolor y dar el pésame a
la familia. Bernat Coll, alcalde de la localidad, manifestó ayer a
este periódico que ha ofrecido ayuda a los padres y que éstos le
han expresado su agradecimiento. El alcalde ya estuvo con la
familia la noche del martes al miércoles, poco después de conocerse
la trágica noticia.
Ayer, Bernat Coll se desplazó a la vivienda de los padres, en la
calle Gloria, y después éstos acudieron al Ajuntament. A lo largo
de todo el día fueron numerosos los vecinos que acudieron a la casa
mortuoria, puesto que la familia lleva años residiendo en la
localidad. El padre del niño, de nombre Mamadou, declaró a Efe:
«Estoy muy dolido por la pérdida de mi hijo, pero debo agradecer la
ayuda prestada por los ciudadanos de Lloseta y, aunque resulta muy
difícil obtener consuelo en estos momentos, las muestras de cariño
hacen un poco más llevadera la situación».
El hombre añadió que su esposa, Sainabou, «lo está pasando muy
mal y ha recibido tratamiento psicológico desde que sucedió el
hecho». La familia de Sasum recibió también ayer a un gran número
de senegaleses que viven en Mallorca para darles su apoyo. Madatt,
amiga de la familia, dijo que «debido a nuestras creencias
religiosas, pensamos que este suceso hubiera pasado en cualquier
otra parte del mundo porque creemos en la predestinación».
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