El alcalde de Palma, Joan Fageda, reunió ayer a la Junta Local de
Seguridad para analizar el problema que existe en varios barrios de
la ciudad con la presencia de prostitutas callejeras, y para buscar
soluciones a este conflicto. A esta reunión asistieron la delegada
del Gobierno, Catalina Cirer; el teniente de alcalde de Governació
i Funció Pública, José Manuel Sierra; el juez decano de Balears,
Pere Barceló; el fiscal Ladislao Roig; el coronel Santandreu de la
Guardia Civil; el jefe superior de la policía, Eduardo Pérez
Extremera; el jefe de la Policía Local, Joan Mut; así como otros
mandos policiales.
Los expertos pusieron sobre la mesa las soluciones legales que
existen para luchar contra este problema, y llegaron a la
conclusión de que la legislación actual no está preparada para
hacer frente a este fenómeno. El alcalde, al concluir la reunión,
explicó que es necesario la implicación de todas las partes para
buscar una solución al problema, aunque anunció que la resolución
no será a corto plazo. De hecho, vaticinó un aumento de este
fenómeno, porque prevé que en poco tiempo aumente el paro y que
ello suponga «más prostitución y más delincuencia extranjera en la
calle». El alcalde quiere entrevistarse con el ministro de Interior
para plantearle el problema de la prostitución, y proponerle que se
estudie la posibilidad de un cambio de legislación, sobre todo para
las zonas turísticas.
Sin embargo, mientras se esperan estas nuevas armas legales el
Ajuntament de Palma potenciará el control policial de las zonas
donde hay presencia de prostitutas, la mayoría de ellas de origen
africano. Habrá más policías para vigilar la actuación de estas
jóvenes, y se les pedirá la documentación para comprobar si están
en situación legal. Con esta medida se intentará que se sientan
presionadas y se vayan. Al mismo tiempo, también habrá un mayor
control de los clientes que hagan ruido o alteren el orden público,
ya que los policías tienen órdenes de ser más estrictos en las
multas cuando se produzcan estas situaciones irregulares.
Uno de los problemas con los que se encuentran los policías
cuando detienen a un delincuente extranjero es concretar su
verdadera identidad y comprobar si arrastra otras detenciones.
Quienes se dedican a la prostitución y a la delincuencia al mismo
tiempo saben, según reconoció el alcalde, que no se les puede hacer
nada sólo por no llevar documentación, y que muchos de estos
extranjeros facilitan, no sólo una identidad falsa, sino también
una nacionalidad que no es la suya. Al ser la mayoría de estas
personas de origen africano la policía desconoce la lengua que
hablan, y al no contar con intérpretes, no se puede concretar la
nacionalidad. Ello impide la tramitación de expedientes de
expulsión. Por ello, el alcalde se comprometió a contratar más
intérpretes para solucionar este problema. Otra de las medidas que
se adoptarán será crear una conexión informática entre la base de
datos de la policía y del juzgado para concretar el numero de
detenciones que pueda tener alguna de estas personas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.