El temporal de viento y lluvia que se desató durante el día de ayer
en Balears tuvo sus consecuencias en tierra, pero sobre todo en el
mar, donde hubo personas que corrieron el peligro de morir ahogadas
y numerosas embarcaciones estuvieron a punto de hundirse. Los
bomberos de Mallorca actuaron en unos 60 incidentes, aunque ninguno
de ellos grave. En Menorca un «cap de fibló» también provocó
numerosos daños. Esta adversa situación meteorológica motivó que el
Centro Regional de Coordinación de Salvamento participara ayer en
doce emergencias marítimas en la que, por fortuna, no hubo que
lamentar desgracias personales.
El primer aviso se recibió sobre el mediodía a través del centro
de emergencias «112». Se comunicó que una persona había naufragado
con su barco cerca de la Mola de Andratx y que tenía problemas para
llegar a la costa. Una zódiac del Club de Vela salió en ayuda del
náufrago, al igual que un helicóptero y una embarcación de
Salvamento Marítimo. Finalmente el hombre pudo ser rescatado y
logró salir ileso de esta experiencia.
Una hora después un agente de los GEAS de la Guardia Civil, que
estaba fuera de servicio, vio desde las proximidades del Portitxol
una embarcación con submarinistas que estaba teniendo problemas. De
hecho localizó dos bollas que estaban siendo arrastradas mar
adentro. El agente movilizó una embarcación particular en el club
del Portitxol, con la que fue en ayuda del submarinista. A uno de
ellos se le localizó agarrado a la bolla. Después se buscó a su
compañero, que estaba intentando llegar a la costa buceando. El
primer rescatado reconoció que estuvo en serio peligro de morir
ahogado, ya que el viento le arrastraba lejos de la costa.
El temporal también provocó que en Santa Ponça una embarcación
quedara varada en la arena al ser arrastrado por el fuerte viento.
Lo mismo ocurrió con un barco, con cuatro personas a bordo, que
quedó volcado sobre la arena en el Port de Sóller. En esta misma
zona de la costa también se tuvo que ayudar a un velero que tenía
dificultades para llegar hasta el puerto. Se movilizó a la Cruz
Roja de Sóller y al helicóptero, y finalmente el barco pudo llegar
al puerto escoltado por una embarcación particular. En Illetes un
windsurfista tuvo problemas para alcanzar la costa. En Eivissa
también se produjeron numerosos problemas. Según informaron fuentes
de Salvamento, un tripulante del pesquero «Nicolás e Isabel» tuvo
que ser evacuado al resultar herido leve. Después se ayudó a un
velero en Formentera.
El viento provoca la caída de varios árboles y
letreros
El temporal de viento tuvo sus consecuencias en Palma y en varias
localidades de la Isla, que se tradujo en la caída de ramas de
árboles, persianas de madera y letreros. Los bomberos, tanto de
Palma como de Consell, se vieron desbordados por los numerosos
servicios (unos 60) que tuvieron que atender en un corto periodo de
tiempo. En Peguera, por ejemplo, las ramas de un árbol cayeron
sobre un restaurante, si bien los daños producidos no son muy
graves.
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