Margalida Rosselló, la consellera de Medi Ambient del Govern,
consideró ayer que era un «milagro» que el incendio de Son Font no
hubiera provocado más daños en los chalets y fincas de la zona, a
tenor de la intensidad que llegaron a cobrar las llamas y de lo
cerca que pasaron de las viviendas habitadas.
Rosselló compareció por la tarde ante los medios de
comunicación, acompañada del president del Govern, Francesc Antich,
y de la alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera, además del director
general de Interior, Antoni Torres. Los responsables políticos
lamentaron este nuevo siniestro en la montaña de la Isla y
apuntaron que el fuego, en sus inicios, se dividió en dos focos, lo
que dificultó su extinción.
Los vecinos, a media tarde, pudieron regresar de forma paulatina
a sus casas, acompañadas en algunos casos de los bomberos, que
revisaron las instalaciones. «El fuego se ha acercado mucho y la
verdad es que hemos pasado muchísimo miedo», reconoció una vecina
de mediana edad que descansaba a la sombra de una pared mientras el
incendio daba sus últimos coletazos. «Deberían hacer más
cortafuegos y limpiar más los bosques, para evitar estos
desastres», opinó otro residente, que también admitió que había
pasado «uno de los peores días de mi vida». Al final, el incendio
afectó a los jardines y cobertizos de tres chalets y pasó muy cerca
de muchos otros, ante la inquieta mirada de sus propietarios.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.