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La urbanización de Son Font, ubicada a unos dos kilómetros del pueblo de Calvià, fue desalojada ayer a consecuencia de un pavoroso incendio que al cierre de esta edición había calcinado más de 60 hectáreas de pinar y monte bajo. A las 12.04 horas una brigada de mantenimiento del ayuntamiento de Calvià se puso en contacto con la Policía Local y advirtió de la aparición de una columna de humo en la zona forestal de es Collet Blanc, en la carretera Calvià-Puigpunyent, junto a Son Roig.

En pocos minutos una patrulla se desplazó hasta ese paraje y confirmó que se trataba de un incendio, en concreto en la parte baja de la falda de la montaña donde se emplaza la urbanización de Son Font. De inmediato, temiendo lo peor, se alertó a los organismos encargados de la lucha contra el fuego. El viento cambiaba con frecuencia y las temperaturas eran muy altas (35 grados), lo que hizo intuir lo que se venía encima. A las 12.34 horas llegó uno de los momentos más críticos de la jornada: las llamas se habían extendido con asombrosa celeridad y la policía y la Guardia Civil decidieron desalojar los cerca de 70 chalets de la zona, al tiempo que cortaban el acceso por carretera.

En la parte alta de la urbanización, en la posesión privada de Son Font, su propietario accedió a habilitar una zona de seguridad, ya que era imposible utilizar la carretera, y cerca de 30 personas se desplazaron hasta allí de manera preventiva. A partir de ese momento el dispositivo empezó a ser impresionante: Brigadas de Ibanat (Instituto Balear de la Naturaleza), dos parques de los Bomberos de Mallorca, Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, camiones cisterna de Calvià 2000, camiones particulares, personal de GESA y voluntarios combatieron durante seis horas con la ayuda de tres Dromader, otros tantos Cannadair y dos helicópteros.

Algunos de los medios aéreos llegaron de Zaragoza y Madrid. A las 18.30 horas, aproximadamente, el incendio quedó controlado, aunque un retén de guardia permaneció toda la noche en Son Font por si el fuego se reavivaba. El origen del siniestro, de momento, es un misterio, y la Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis.