El cuerpo sin vida del vecino de Son Ferriol quedó tendido sobre la arena. Foto: JAUME MOREY

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José Marí Torrens, un buceador de 39 años de edad, vecino de Son Ferriol, perdió la vida al mediodía de ayer cuando realizaba inmersiones cerca de la playa de Cala Estància, en Palma. Un portavoz del centro de emergencias del 112 informó que sobre las 12.20 horas fueron avisados de que una embarcación pedía ayuda cerca del restaurante «El Cielo», ya que un submarinista se encontraba en apuros. Una ambulancia del 061 se desplazó a toda velocidad hasta Cala Estància y cuando llegaron los sanitarios se encontraron con que la víctima ya había sido sacada del agua por sus compañeros, y yacía sobre la arena inconsciente.

Durante quince minutos los médicos le practicaron masajes cardíacos y técnicas de reanimación, pero no consiguieron que se recuperara. Numerosos transeúntes y curiosos se fueron congregando en la calle Congrio, junto a la playa, al tiempo que llegaban más efectivos de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía (con unidades motorizadas y a caballo), Guardia Civil y Cruz Roja, que llegó a Cala Estància a bordo de una moto acuática.

Cuando los facultativos confirmaron el óbito el cuerpo sin vida del buceador fue cubierto por una manta térmica, para que no estuviera a la vista de todos, y durante cerca de dos horas permaneció sobre la arena, a la espera de que el juzgado de guardia autorizara a proceder al levantamiento del cadáver.

La policía, mientras tanto, tomó declaración a los compañeros de José Marí, a fin de recabar información sobre lo ocurrido. Según parece, el hombre estaba realizando inmersiones a unos cinco metros de profundidad cuando, de repente, se sintió mal y se ahogó. La autopsia determinará si desfalleció por una dolencia cardíaca o por alguna otra causa.