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Cuatro personas murieron ayer y 27 resultaron heridas en el accidente sufrido por un avión de la compañía Binter Mediterráneo, procedente de Melilla, que hizo un aterrizaje de urgencia en la carretera N-340, en las cercanías del aeropuerto Pablo Ruiz Picasso de Málaga, al parecer por un fallo en el motor izquierdo. En el accidente, que ocurrió a las 10.17 horas, fallecieron los pasajeros Emilio Martínez Plaza, de 67 años; Mohamed Mohamed Uassani, de 46, residentes en Melilla; el francés Hervé Troadec, de 41 años, y el piloto, Mariano Hernández Ruano, que murió horas después en el hospital Regional Carlos Haya, mientras que diez de los 27 heridos fueron dados de alta ayer tarde.

El avión, modelo CN-235 y con capacidad para 44 pasajeros estaba al completo en este vuelo. La noche del martes pasó su última inspección y estaba al día de las revisiones según la compañía aérea. El piloto alertó de un fallo en el motor dos minutos antes de que se produjera el accidente, cuando la torre de control del aeropuerto malagueño se puso en contacto con el avión al ver que éste no lo hacía.

Los bomberos llegaron al lugar siete minutos después con una UVI móvil según fuentes oficiales, mientras que algunos pasajeros criticaron que esperaron «más de media hora sin que nadie apareciera». Varios pasajeros informaron de que el avión voló «cuatro minutos» con el motor izquierdo parado. El aparato, cuyo fuselaje se quebró, invadió dos carriles de la N-340, aunque no se llevó por delante ningún coche.