El temporal también fue el causante de algunos incidentes
marítimos. Varias embarcaciones se soltaron de sus amarres y
golpearon contra las rocas, sufriendo graves desperfectos. Por
ejemplo, en la playa de Andratx, frente al hotel Brismar, dos
catamaranes se soltaron de su amarre y el temporal los arrastró
hacia las rocas. Uno de estos veleros, de unos 15 metros de eslora,
se hundió a pesar de los intentos de los bomberos para reflotarlo,
mientras que el otro sufrió graves daños. También en Santa Ponça
otro velero quedó embarrancado junto a la playa. La tromba de agua,
con unos 30 litros por metro cuadrado, se dejó notar sobre todo en
la urbanización de Son Caliu, en Calvià. Varias viviendas y garajes
quedaron inundados y los bomberos tuvieron que achicar el agua
durante toda la jornada de ayer.
El incidente más grave se produjo en la zona de Cala Llamp, en
Andratx. Tres niños suecos, que se encontraban jugando junto a las
rocas, fueron arrastrados al mar por una ola que, según los
testigos, alcanzó unos diez metros de altura. El padre de uno de
ellos se lanzó al mar y consiguió rescatar a la niña. Dos turistas
también salieron en ayuda de otro de los niños (de 10 años) y
consiguieron llevarle hasta la costa. El temporal no permitía
acercarse al tercer niño. Inmediatamente se movilizó a los equipos
de rescate. Una embarcación de Salvamento Marítimo, que se
encontraba por las proximidades, logró rescatar al menor, que fue
trasladado hasta un puerto deportivo cercano. El niño, de 10 años,
fue atendido por los servicios médicos y trasladado hasta un
hospital. Su estado no es grave. Una de las personas que se lanzó
en ayuda de uno de los niños también precisó ayuda médica.
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