Bomberos y Policía Local comprobaron que bajo las ruinas no había nadie. Foto: J.M./J.F.M.

Bomberos y Policía Local comprobaron que bajo las ruinas no había nadie. Foto: J.M./J.F.M.

J.F.MESTRE03/10/01 0:00
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Un edificio abandonado de la calle Protectora, en el centro de Palma, sufrió ayer un derrumbe, sin que se produjeran daños personales. El desplome de este inmueble se produjo por el mal estado del forjado de las dos plantas superiores, según confirmó un responsable de los bomberos de Palma, que tuvieron que acudir al lugar de los hechos ante la posibilidad de que alguna persona hubiera quedado atrapada por las ruinas. El suceso ocurrió alrededor de las 11.30 horas. Este viejo edificio está situado en el número 3 de la calle Protectora y lleva varios años deshabitado por su mal estado. En uno de sus balcones hay un letrero, en el que una inmobiliaria extranjera ofrece la venta de pisos reformados. Según señalaron fuentes municipales, el edificio estaba pendiente de demolición y de hecho una parte del inmueble en estos momentos no es más que un solar abandonado.

Fue un vecino de la zona el que avisó a la Policía Local al escuchar un gran estruendo producido por la caída de las dos plantas superiores del inmueble. La policía envió varias unidades. Los agentes precintaron las dos entradas de la calle Protectora e impidieron el paso de cualquier persona ante la posibilidad de que la fachada también pudiera derrumbarse. Los bomberos comprobaron los daños y confirmaron que el derrumbe había afectado únicamente a la parte posterior del inmueble. La fachada había quedado intacta y en principio no se temía que pueda caer.

Se da la circunstancia que una media hora antes de que se produjera este suceso el edificio en ruinas había sido visitado por varias personas relacionadas con una inmobiliaria. Aunque se temió en un principio de que alguien de estos visitantes hubiera podido quedar atrapado por las ruinas se confirmó más tarde que todos ellos habían abandonado el edificio antes de que se produjera el suceso. También el edificio suele ser visitado habitualmente por toxicómanos porque la entrada es relativamente fácil. Sin embargo, no había nadie en el momento de producirse el desplome.