En la foto se aprecia cómo los sanitarios atienden al piloto junto al aparato, instantes después de ser rescatado. Foto: CLICK-TOMÁS MONSERRAT

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Un piloto de 55 años, llamado Salvador Llinás, sufrió ayer por la mañana heridas de gravedad al estrellarse con un ultraligero en las inmediaciones del aeródromo de Son Bonet, de donde acababa de despegar, una semana después del siniestro del ala delta.

El centro de emergencias del 112 informó que la alarma saltó minutos antes de las 11.00 horas, cuando el aparato casero Pulsar-XP, con matrícula inglesa G-WYNS, sufrió un problema técnico y el motor se paró. El piloto no pudo mantener el control y trató de aterrizar en un campo de almendros cercano. Sin embargo, volaba ya a una velocidad elevada y se precipitó violentamente contra la tierra. El ultraligero resultó completamente destrozado y su único ocupante quedó atrapado en la cabina, ensangrentado y quejándose de sus lesiones.

En el operativo de emergencia que siguió al accidente intervinieron bomberos, ambulancias del 061, Policía Local de Marratxí y Guardia Civil, y se prolongó durante una hora. Los médicos comprobaron el estado de Salvador Llinás y mientras era atendido los bomberos utilizaron equipos hidráulicos para liberar sus piernas de entre los hierros. La zona quedó delimitada y al lugar también llegaron técnicos de AENA y el director del aeropuerto de Son Sant Joan, Mariano Menor, que se interesaron por el estado del piloto y por las circunstancias del siniestro. La víctima, finalmente, fue evacuada en ambulancia hasta el hospital de Son Dureta y en la actualidad se encuentra fuera de peligro.