Un encapuchado armado con una pistola asaltó ayer de madrugada un
hotel de Cala Bona, en Son Servera, y tras amordazar y encerrar al
recepcionista y al vigilante jurado huyó con un botín de 1.300.000
pesetas. La Guardia civil montó un amplio dispositivo para dar con
el delincuente y los investigadores no descartan que se trate de
uno de los dos atracadores que hace una semana robaron en un hotel
de Cala Mesquida, donde también encerraron al conserje en una
habitación.
Fuentes de la Comandancia palmesana informaron que el asalto se
produjo sobre las tres de la madrugada, cuando el individuo en
cuestión se abalanzó sobre el vigilante y lo redujo. A continuación
hizo lo mismo con el recepcionista, y a ambos los dejó atados en
una dependencia próxima. Luego se dedicó a registrar cajones y
mesas, en busca de dinero en efectivo, y se apoderó de al menos
1.300.000 pesetas, según informó a la Benemérita el encargado del
establecimiento hotelero. Los agentes sospechan que el delincuente
escapó en coche de Cala Bona, pero nadie presenció cómo huía, por
lo que en este aspecto todo son conjeturas.
Nada más liberarse los dos empleados, dieron aviso de lo
ocurrido a la Guardia Civil, que montó un gran dispositivo de
búsqueda y controló las principales carreteras de la zona, por si
transitaba por ellas algún vehículo o moto sospechosa. Los
funcionarios tomaron declaración a las dos víctimas y se
interesaron por el acento del maleante, su vestimenta y por si
parecía estar familiarizado con el hotel, lo que significaría que
ya lo había visitado, presumiblemente para planificar el 'golpe'.
Sobre las características físicas, ninguno de los dos trabajadores
pudo facilitar demasiados datos ya que el atracador cubría su
rostro con un pasamontañas. El arma que empuñaba, una pistola, era
al parecer real, pero este extremo no ha podido ser comprobado por
la Benemérita.
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