A las dos y media de la tarde de ayer se inició la 'operación San
Quintín' en Son Banya. Entre 100 y 150 funcionarios de distintas
brigadas del Cuerpo Nacional de Policía de Palma y dos grupos de la
UIP, de Valencia, 'tomaron' el poblado por los cuatro puntos
cardinales.
La operación estuvo dirigida por el magistrado José Castro y el
fiscal Anti-Droga, Tomeu Barceló, además de la secretaria y
personal del juzgado, mientras que a nivel policial fue el
comisario Elicio Àmez el que estuvo al frente del operativo. Las
investigaciones previas a la operación y las diligencias que se
efectúan las ha asumido la UDYCO, y en especial el Grupo de
Estupefacientes.
El objetivo era efectuar diez registros en las viviendas donde
se tenían sospechas de que se dedicaban a la venta de drogas.
Después de más de tres horas el operativo se dio por finalizado con
el resultado de unos 20 detenidos y la intervención de joyas,
dinero en efectivo, armas prohibidas (entre ellas varias escopetas)
y diferentes aparatos electrodomésticos (tomavistas, aparatos de
vídeo y otros), además de una cantidad cercana al medio kilógramo
de sustancias estupefacientes, sobre todo heroína y cocaína. Ayer,
por unas horas, los 'narcos' de Son Banya se tuvieron que poner
'firmes' ante las fuerzas policiales desplegadas.
El único incidente lo protagonizó un vecino del poblado que
lanzó un plato a la cabeza de uno de los policías que entró en su
casa para efectuar un registro. El agente resultó herido y le
tuvieron que aplicar dos puntos de sutura en un hospital. Cuando
las unidades se retiraban se localizó un vehículo en cuyo interior
había drogas y unas balanzas de precisión, que al parecer había
entregado un 'narco' del poblado al conductor para que lo ocultara.
La jugada le salió mal.
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