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MICHELS/JOSEP ROSSELLO El Ajuntament de Calvià decidió ayer, en un pleno extraordinario, declarar tres días de luto por la muerte del trabajador Vicente Chinchilla Hernández, miembro de las brigadas municipales, que murió aplastado por un árbol. El trabajador estaba casado y era padre de una niña de dos años. Esta muerte ha causado una profunda conmoción en la localidad, donde mantendrán las banderas izadas a media asta hasta mañana. En el pleno se acordó suspender cualquier actividad lúdica o festiva prevista por el Ajuntament, y celebrar una concentración de cinco minutos durante tres días a la entrada del edificio municipal.

Este accidente ocurrió sobre las cinco de la tarde del pasado domingo en la calle Rei Sancho, en Santa Ponça. El trabajador, que formaba parte de las brigadas municipales de mantenimiento desde 1993, estaba colaborando en la retirada de un tronco de grandes dimensiones, que había caído sobre la calzada. Para retirar el árbol, los trabajadores estaban utilizando una grúa. Por causas que se desconocen, una de las fijaciones de la grúa se soltó y el árbol fue a caer sobre Vicente Chinchilla, aplastándole contra el suelo. Las lesiones fueron muy graves, provocándole fractura de pelvis y de un brazo y una importante hemorragia interna, que precisaba la reconstrucción de la arteria femoral. El trabajador fue trasladado con urgencia al hospital Son Dureta, pero murió horas después en la mesa de operaciones.

Debido a su muerte, también en la zona de Peguera se guardó ayer un minuto de silencio, porque Vicente Chinchilla se encargaba del mantenimiento de los jardines. El conseller de Treball, Eberhard Grosske, se desplazó ayer a Calvià para reunirse con los integrantes de la brigada municipal a la que pertenecía el trabajador fallecido. Ayer tarde se celebró el funeral por la muerte del taxista José Blázquez, que murió en la madrugada del domingo aplastado por un árbol en el Passeig Marítim de Palma.