El Ajuntament de Calvià decidió ayer, en un pleno extraordinario,
declarar tres días de luto por la muerte del trabajador Vicente
Chinchilla Hernández, miembro de las brigadas municipales, que
murió aplastado por un árbol. El trabajador estaba casado y era
padre de una niña de dos años. Esta muerte ha causado una profunda
conmoción en la localidad, donde mantendrán las banderas izadas a
media asta hasta mañana. En el pleno se acordó suspender cualquier
actividad lúdica o festiva prevista por el Ajuntament, y celebrar
una concentración de cinco minutos durante tres días a la entrada
del edificio municipal.
Este accidente ocurrió sobre las cinco de la tarde del pasado
domingo en la calle Rei Sancho, en Santa Ponça. El trabajador, que
formaba parte de las brigadas municipales de mantenimiento desde
1993, estaba colaborando en la retirada de un tronco de grandes
dimensiones, que había caído sobre la calzada. Para retirar el
árbol, los trabajadores estaban utilizando una grúa. Por causas que
se desconocen, una de las fijaciones de la grúa se soltó y el árbol
fue a caer sobre Vicente Chinchilla, aplastándole contra el suelo.
Las lesiones fueron muy graves, provocándole fractura de pelvis y
de un brazo y una importante hemorragia interna, que precisaba la
reconstrucción de la arteria femoral. El trabajador fue trasladado
con urgencia al hospital Son Dureta, pero murió horas después en la
mesa de operaciones.
Debido a su muerte, también en la zona de Peguera se guardó ayer
un minuto de silencio, porque Vicente Chinchilla se encargaba del
mantenimiento de los jardines. El conseller de Treball, Eberhard
Grosske, se desplazó ayer a Calvià para reunirse con los
integrantes de la brigada municipal a la que pertenecía el
trabajador fallecido. Ayer tarde se celebró el funeral por la
muerte del taxista José Blázquez, que murió en la madrugada del
domingo aplastado por un árbol en el Passeig Marítim de Palma.
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