Todo el fin de semana a dos velas en medio del desconcierto y la
indignación. Un total de 14.612 clientes de GESA seguían a las
siete y media de la tarde de ayer sin fluido eléctrico como
consecuencia del catastrófico temporal. A esa hora, los municipios
más afectados por los cortes de luz eran Banyalbufar, Deià,
Estellencs y Porreres, con más una media del 30 por ciento del
término sin electricidad, aunque en el caso de Esporles los cortes
afectaban al 90'7 por ciento.
Pero el problema se encontraba ayer en infinidad de puntos
repartidos por toda la Isla y en zonas muy pequeñas. La empresa,
con 300 empleados trabajando a destajo, preveía resolver los
problemas de forma definitiva durante la noche de ayer.
Zonas de Puipunyent, Marratxí, sa Ràpita, Costitx, Banyalbufar,
Esporles y Algaida han estado entre 36 y 48 horas sin fluido, lo
que ha provocado la lógica indignación, especialmente por la falta
de información de GESA. La compañía envió ayer un comunicado en el
que admite que no fue capaz de absorber el flujo de llamadas, pero
en el que se desvincula de cualquier responsabilidad por los cortes
de luz.
Un total de 200 personas se incorporaron ayer a la plantilla de
atención telefónica y, como medida excepcional, se prevé la llegada
de un cargamento de materiales, procedente de Barcelona, que
evitará el desabastecimiento de recambios. Por lo que respecta a
Telefónica, la tormenta dejó sin servicio telefónico a 25.000
usuarios de los 400.000 que tiene la compañía.
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