El ex subcampeón del mundo de 250 cc de motociclismo Joan Garriga,
que se enfrenta a una petición fiscal de 11 años de cárcel por un
presunto delito de tráfico de drogas y tenencia de armas, defendió
ayer su inocencia y aseguró que lo está pagando «más que caro»,
aunque espera «poder empezar de nuevo». Joan Garriga hizo estas
declaraciones en la Audiencia de Barcelona, en donde ayer estaba
previsto celebrarse el juicio contra él y otros acusados, y que
finalmente se aplazó hasta los días 7, 8 y 9 de mayo por la
enfermedad de uno de los abogados defensores.
Garriga declaró, mientras esperaba en los pasillos de la
Audiencia, que lo único que quiere es «que acabe cuanto antes este
asunto. Cuando acabe el juicio ya hablaremos, pero lo que está
claro es que siempre he justificado todo mi trabajo». «No tengo
nada que ocultar, aparte de haber sido consumidor en su día», ha
dicho Garriga, quien ha añadido que «con la situación actual es un
poco difícil encontrar trabajo, pero espero que todo se solucione
pronto».
Joan Garriga entiende que su implicación en este caso «es una
mancha importante, y lo estoy pagando más que caro, pero no por
haber consumido sino por otras cosas. En todo caso -ha agregado- no
es un error consumir drogas, porque creo que es un problema
social». Entre los acusados en este caso se encuentran también el
dueño del bar musical de Barcelona «Enigma», en donde, según la
acusación, se centralizaba el comercio de la droga, dos camareros
del local y el propietario de un taller mecánico que presuntamente
colaboró en la ocultación de la droga. Sito Pons apartó a Garriga
del título mundial de 250 centímetros cúbicos en 1988.
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