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J.JIMÉNEZ
A primera hora de la mañana de ayer las carreteras de Mallorca fueron escenario de continuos accidentes de tráfico debido, sobre todo, a la fina lluvia que caía y que convirtió algunas calzadas en auténticas pistas de patinaje, al mezclarse agua y barro.

Desde el subsector de Tráfico de la Guardia Civil y el centro de emergencias del 112 explicaron que los siniestros, en general, no tuvieron demasiada trascendencia y se saldaron con heridos leves y, eso sí, cuantiosos daños materiales en los vehículos. En una rotonda del polígono de Son Castelló se registró una aparatosa colisión, pero desde el servicio sanitario de Ambulancias Insulares se informó de que los heridos -que fueron evacuados a la Policlínica- no presentaban un pronóstico preocupante, sólo contusiones.

En Palma, la lluvia que cayó sobre las once de la mañana cogió por sorpresa a numerosos motoristas, que fueron los magullados protagonistas de muchas caídas y colisiones. Un portavoz del cuartel de San Fernando indicó que «hemos intervenido en algunos accidentes con ciclomotores y motos, sobre todo porque al frenar pierden el control y se van al suelo o pisan una franja pintada sobre el asfalto, que cuando llueve son altamente resbaladizas».

En otro orden de cosas, en la carretera de Valldemossa, a primera hora de la tarde, un autobús articulado de la EMT se averió en la rotonda de EMAYA y provocó retenciones de consideración en dirección a la universidad y al polígono de Son Castelló. Los agentes del subsector de Tráfico de la Guardia Civil tuvieron que emplearse a fondo para restablecer la normalidad en la zona, en un tramo que a diario registra un tráfico lento y retenciones.