El joven fue trasladado ayer al juzgado después de que el pasado sábado fuera dado de alta del hospital. Foto: J.F.M.

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Alberto López, el joven que ha reconocido que mató a su novia en un domicilio del Coll d'en Rabassa, será juzgado por asesinato. Así se lo hizo saber ayer la fiscal Rosa Cosmeli, que entiende que la muerte de Sandra González fue un asesinato con la agravante de alevosía. El joven, de 25 años de edad, fue trasladado ayer por la mañana a presencia de la juez Piedad Marín, titular del Juzgado de Instrucción número 4, que instruye el caso. Alberto López permaneció, desde el día de la detención (el pasado día 4) hasta el pasado sábado, ingresado en el Hospital General. Allí ha estado recuperándose de las lesiones que se hizo él mismo al intentar suicidarse tras dar muerte a su novia.

El suceso ocurrió el pasado día 2, aunque el crimen no se descubrió hasta dos días después. El acusado ha reconocido que, después de comer, inició una discusión con su novia porque, según él, sentía remordimientos por haber robado 850 mil pesetas del domicilio de sus padres, y pretendía devolver el dinero. El joven asegura que su novia no quería que devolvieran el dinero. «Me dijo que yo me suicidara, pero que le dejara el dinero», declaró Alberto el día que prestó declaración ante el juez de guardia.

La investigación policial ha llegado a la conclusión de que la pareja utilizó este dinero para gastárselo en droga. Ambos eran adictos a la cocaína y durante los primeros días del año consumieron más droga de lo habitual. Esta inicial discusión verbal derivó en una pelea. El detenido ha reconocido que estranguló a su novia con la funda de una almohada y después le golpeó la cabeza con una maza de albañil. La autopsia demostró que la víctima no presentaba lesiones de defensa.

La Fiscalía defiende que se trató de un asesinato porque mantiene que el acusado, primero golpeó a la víctima con la maza hasta dejarla inconsciente y después la mató estrangulándola con la funda de almohada. El detenido está defendido por el abogado Eduardo Valdivia, que mantendrá que no se trató de un asesinato, sino de un homicidio, y que su cliente actuó siempre bajo los efectos de las drogas.

El «Lobby de Dones» también se personará como acusación popular, representado por la abogada Francisca Arrom. La familia de Sandra González, la víctima, también ha anunciado su intención de ejercer la acusación contra Alberto López. La familia ha pedido que se le asigne un abogado de oficio para que les represente, aunque todavía no se ha decidido el nombre de este letrado. Según señalaron fuentes judiciales, el joven sigue teniendo ideas suicidas y por ello está bajo una vigilancia especial en la cárcel. Antes de que se descubriera el cadáver de su compañera, Alberto intentó suicidarse, primero tirándose por el cauce de un torrente y después cortándose las venas. Fracasó en ambos intentos. El detenido ocultó su rostro con un pasamontañas y una gorra cuando fue conducido ayer ante el juez.