Una joven del Este que el 6 de noviembre denunció ante la Guardia
Civil a su novio por violación y vejaciones, lo que provocó que el
acusado ingresara en la cárcel de Palma, ha rectificado su denuncia
y sostiene ahora que no existieron abusos sexuales. El sospechoso
se encuentra en libertad pendiente de juicio y ayer declaró a
Ultima Hora que los acontecimientos le han
ocasionado un desgaste psicológico tremendo y que ha perdido dos
trabajos por la falsa acusación.
La relación entre este hombre de 38 años y la denunciante, de
27, se remonta al año 2000, cuando se conocieron en Menorca. La
muchacha del Este mantenía relaciones con otro hombre, pero al poco
tiempo comenzó a salir con él. «Ella no tenía papeles y un día me
dijo que se marchaba a Barcelona con su compañero. Luego me llamó y
me pidió que viviéramos juntos en Palmanova. Yo compartía la casa
con una alemana, pero aún así acepté porque estaba muy enamorado»,
recuerda el inmigrante. La convivencia entre ellos no fue fácil
debido, según él, al carácter voluble de la chica: «Le gustaba
demasiado la noche, salir con los amigos y yo ya no estoy para esas
historias».
El día 6 de noviembre la pareja salió a tomar unas copas por
Palma y tras consumir ingentes cantidades de alcohol se trasladó al
apartamento de él en Palmanova: «Ya no éramos novios y ella quería
bailar. Yo le dije que no tenía sentido y le pedí que no me hiciera
más daño. De repente me golpeó violentamente y luego, lo reconozco,
yo le dí un bofetón, porque fue un momento de ofuscación. Sé que no
tendría que haberlo hecho, pero pasó», cuenta. La discusión no
acabó aquí y el acusado cogió una máquina de afeitar y le rasuró
parte del pelo a la joven, espetándole que «así no te meterás de
puta en Barcelona».
El acusado, sin embargo, aseguró que luego se durmieron juntos,
en aparente armonía, hasta que al día siguiente se despertó a las
once de la mañana y vio la casa en estado de gran desorden. Un
vecino le indicó que había visto salir a su ex novia en dirección
al cuartel de la Guardia Civil, ubicado a cien metros, y él se
dirigió hacia allí. Los agentes, en principio, le dijeron que no
estaba detenido, aunque la mujer había presentado una denuncia, y
poco después lo arrestaron. Un juez le envió quince días a prisión
y luego salió en libertad condicional, pendiente de juicio. Ahora
se ha sabido que la supuesta «víctima» ha remitido un escrito a los
juzgados modificando su versión inicial, en concreto en lo
referente a la violación, que según sostiene ahora «no
existió».
El examen ginecológico no advirtió lesiones
graves
En el examen ginecológico que se le practicó a la supuesta víctima
en Son Dureta no se apreciaron desgarros ni indicios de violación,
aunque los médicos sí detectaron hematomas en una pierna. El
acusado ha manifestado que es muy respetuoso con la Justicia
española y que espera que todo este asunto se aclare cuanto antes,
aunque ha reconocido que los hechos le han producido unos daños
morales difíciles de superar. Durante su estancia en prisión pidió
estar en una celda individual por temor a que otros presos se
cebaran con él por su supuesta condición de violador.
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