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EFE-GINEBRA/MADRID
Unas 150.000 personas han resultado afectadas por el terremoto que sacudió el norte de Afganistán y el 90 por ciento de las casas en un radio de 15 kilómetros han sufrido daños, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. El epicentro del seísmo, que alcanzó los 6'2 grados en la escala de Richter, se situó en el sureste del distrito de Nahrin, la zona más dañada, junto a Burka y Jurgha. Las primeras evaluaciones indican que la población afectada es de 23.500 familias, de las que entre 15.000 y 20.000 necesitan ayuda urgente, pero no señalan cifras de fallecidos, ya que, según la OCHA, no es posible confirmar este dato por el momento.

Un helicóptero del Programa Mundial de Alimentos realizó una supervisión aérea de la zona y comprobó que en un radio de 15 kilómetros desde Nahrin, el 90% de las casas estaban dañadas y al menos un 25% completamente destruidas. Además, tras el terremoto del lunes no han cesado las réplicas, algunas fuertes, como las que se registraron a primera hora de ayer y que alcanzaron una intensidad de 5'4 y 4'4 grados. Ahora una de las principales preocupaciones es la posibilidad de que surjan epidemias, por lo que Organización Mundial de la Salud ha enviado un equipo médico de urgencia a Baglan para ayudar a las autoridades locales a coordinar las operaciones sanitarias de urgencia.

En el equipo hay un epidemiólogo que determinará las mejores formas de prevenir los brotes de enfermedades y un ingeniero especializado en el aprovisionamiento de agua y saneamiento. En España el Ministerio de Asuntos Exteriores enviará a Afganistán una primera ayuda de urgencia para los damnificados por el terremoto, por valor de 90.000 euros, que se instrumentará a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional, en colaboración con Cruz Roja Española. Según explicó ayer la Oficina de Información Diplomática, el Gobierno contribuirá con esta ayuda a paliar los efectos del seísmo que ha provocado hasta ahora «más de 4.800 muertos».