TW
0

IVÀN TERRASA
Bernardo Bonet García, el minusválido visual mallorquín que el pasado 23 de junio inició una huelga de hambre frente a la Dirección General de la ONCE, en Madrid, asegura que se ha realizado una «tremenda injusticia» culpándole del robo de más de 6.000 euros en cupones de la Organización Nacional de Ciegos. Por ello ha ido a la capital a que «me den la razón o a morir de hambre, porque es lo último que me queda». «O la ONCE rectifica o aquí me muero», declaró ayer.

Bonet, de 32 años y que llevaba desde 1985 afiliado a la ONCE, niega tajantemente que él sea un ludópata , como declaró su padre a este periódico hace unos días. «Juan Vanrell (delegado territorial de la ONCE en Balears) se ha vengado de mí porque mi madre vende el cupón sin tener autorización para ello. Él "refiriéndose a Vanrell" incluso llegó a decirme que si se me ocurría iniciar una huelga de hambre frente a la sede de Palma fuese alerta porque me podía pasar algo», manifestó Bonet.

Por su parte, Juan Vanrell, delegado territorial de la ONCE en Balears, ha negado con rotundidad «haber amenazado a Bernardo Bonet alguna vez». «Al contrario, hemos intentado ayudarle pese a que nos debe más de 6.000 euros, pero como estuvimos varios meses sin tener noticias suyas, entendimos que había renunciado voluntariamente y lo borramos de la lista de afiliados», agregó.