El atestado policial culpa del siniestro del camión de bomberos a la furgoneta

Una furgoneta circulaba por la calle Gremi de Fusters procedente de la calle Gremi de Sabaters, en dirección hacia Gremi de Tintorers, y según la declaración de su conductor iba a una velocidad difícil de precisar. El hombre, según señala el parte, entró en la intersección «sin disminuir la marcha en ningún momento», al no percatarse de la señalización vertical y horizontal de ceda el paso. El camión de bomberos había salido segundos antes del parque central, para sofocar un incendio en una caseta de la Plaça Major, y al tratarse de un cometido urgente circulaba con las señales luminosas destellantes accionadas. El vehículo, adquirido hace unos diez años y que en su día costó más de 30.000.000 de pesetas, había tomado la calle Gremi de Forners en dirección a la plaza Caudillo y como consecuencia del impacto con la furgoneta se desvió hacia su derecha y colisionó contra dos coches estacionados. A continuación, chocó contra otro vehículo que se encontraba en doble fila, mientras el conductor descargaba en la parte trasera. El hombre sufrió lesiones graves y el camión, con seis funcionarios en su interior, siguió fuera de control y finalmente quedó volcado en la calzada, tras arrastrarse unos 100 metros. Durante este desplazamiento sobre uno de sus laterales alcanzó a otro coche estacionado.

El espectacular accidente, que milagrosamente no se cobró ninguna vida, se saldó con ocho lesionados de distinta consideración, seis de ellos bomberos y los otros dos los conductores de los vehículos implicados. El dispositivo de emergencia se puso en marcha con celeridad y los propios compañeros de los bomberos, que se encontraban en el parque central, corrieron en auxilio de los funcionarios atrapados. Numerosas ambulancias y dotaciones de la policía también se desplazaron hasta el polígono de Son Castelló. El camión siniestrado se encuentra en un taller, donde los chapistas procederán a su reparación en los próximos días.