Los dos alemanes residían en el hostal Marbel y huyeron días después del crimen.

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El juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Palma, Juan Ignacio Lope Sola, dictó el pasado día 10 un auto por el que abre juicio contra los alemanes Peter Diehlmann y Mathias Heerwart Simm, que son pareja, por el asesinato de José Bernat Tomás, en el hostal Marbel, situado en la calle Plinio de Can Pastilla, propiedad de su familia.

Precisamente la familia ejerce la acusación particular contra estos dos alemanes que huyeron de Mallorca días después del crimen y que fueron detenidos en el mes de octubre del año 2001 en la ciudad austriaca de Graz. Dos juzgados de Palma, el de Instrucción número 2 y el número 10, habían ordenado la detención internacional de estos dos individuos, porque se sospechaba que estaban implicados en dos crímenes. Las autoridades de Austria dictaron orden de extradición por la petición de la juez del Juzgado de Instrucción número 10, que les investigaba por el asesinato de una mujer alemana en la calle Marbella. Una vez que los dos individuos ya estaban en España, en concreto en la prisión de Palma, se autorizó la extradición por el asesinato del conserje del hostal de Can Pastilla.

La familia imputa a cada uno de los alemanes, que niegan su actuación en los hechos, el delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. El fiscal no reclama la segunda de las agravantes y solicita una condena de 17 años de prisión para cada uno de los acusados. El abogado defensor Juan José Cano de Alarcón solicitará la absolución porque entiende que los acusados no son los autores de la muerte de José Tomás.

El auto del juez, que recoge los hechos que serán sometidos al jurado popular, señala que los dos alemanes residían en este hostal de Can Pastilla desde el mes de agosto de 1998 y que habían acumulado una deuda aproximada de 1.200 euros. La acusación sostiene que la pareja alemana decidió matar al hijo del dueño del hostal, que realizaba labores de conserje de noche en el establecimiento turístico. Este crimen se llevó a cabo en la madrugada del día 9 de diciembre del año 1998. Los agresores sorprendieron a la víctima en el aseo masculino de la planta baja del hostal. Cuando José Bernat se encontraba orinando recibió un golpe en la cabeza con un macetero de hierro. Después los asesinos le colocaron alrededor del cuello una camiseta blanca y retorcida, con la que asfixiaron al conserje hasta que murió estrangulado. Sin embargo, los agresores sustituyeron la camiseta en el cuello por un mantel del propio hostal, con el que le estrangularon de nuevo, produciéndole una luxación en la laringe. Los acusados dicen que fueron los primeros en encontrar a la víctima y que intentaron ayudarle, lo que explica que se mancharan las ropas de sangre.