El fiscal Jaume Guasp pide un año y nueve meses de prisión para
Roberto T.C., acusado de abusar de una menor de diez años de edad.
El hombre, de 60 años de edad, negó ayer los hechos, por los que
fue detenido el pasado mes de septiembre.
La víctima es la hija de una familia que reside en el mismo
edificio en el que vive el acusado. El hombre mantenía una especial
relación con esta familia y solía acudir casi cada día a su casa a
cenar, porque tenía una estrecha amistad con el padre.
Los hechos no fueron descubiertos por los padres de la víctima,
sino por la asistente social, que notó que la niña había cambiado
de comportamiento desde hacía algunos meses ya que, sin motivo,
mostraba sus genitales o hacia gestos provocativos. La niña se
mostraba muy nerviosa cuando estaba en compañía de este individuo y
al verlo le insultaba llamándole «viejo guarro y asqueroso». La
asistenta social habló con la menor y le confirmó que el acusado se
dedicaba a tocarle los genitales aprovechando el momento en el que
no estaban sus padres y que a cambio de su silencio le regalaba
dinero.
El acusado relató ayer que se trataban de «juegos» y negó que
tuviera alguna intención libidinosa con la menor. Sin embargo, una
hermana mayor de la niña declaró ayer ante el juez que ella había
presenciado, en más de una ocasión, como el acusado le hacía
tocamientos a la menor y que ella le llamó la atención. Le contó
los hechos a su madre, que le prometió que estaría más pendiente
del vecino.
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