Las instalaciones de Prilac se encuentran ubicadas en la
carretera que enlaza Porreres y Vilafranca y entre la noche y la
madrugada, cuando estaban cerradas, unos individuos entraron
después de forzar una ventana. La alarma no se activó, pero se
desconoce si fue porque la habían previamente anulado los
delincuentes o si, por el contrario, no funcionó. Los desconocidos
llegaron a las oficinas rápidamente y una vez en aquella
dependencia dedicaron sus esfuerzos a reventar la caja fuerte, ya
que al parecer intuían que podía esconder una cantidad de dinero
considerable.
La sorpresa, sin embargo, debió de ser mayúscula, porque cuando
consiguieron abrirla sólo había 600 euros en el interior. Los
investigadores creen que el asalto debió ocurrir a una hora próxima
a la medianoche, ya la banda tuvo tiempo aún de visitar otra
empresa próxima dedicada a la venta de material de construcción. En
ese negocio también eligieron una ventana como puerta de acceso,
que los dueños habían dejado abierta por descuido. En el interior
examinaron las dependencias y se apoderaron de algunas
herramientas, entre ellas una radial que fue utilizada minutos
después para violentar la caja fuerte. En este segundo robo tampoco
obtuvieron un botín cuantioso, es más, parece que sólo ascendió a
100 euros.
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