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Con un discurso demoledor contra el inmovilismo de la Benemérita fue presentada ayer en Palma la nueva Asociación de Familiares y Simpatizantes por la Dignidad de los Guardias Civiles, que dará voz «a los miles de agentes que no pueden expresarse libremente», según explicó su presidenta, María Antigua Jiménez.

El acto inaugural, amparado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles, se desarrolló en el salón de actos de la sede de CC.OO, en Palma, y contó con la asistencia de numerosos políticos: Catalina Cirer, Antoni Roig, Pere Muñoz, Josep M.Costa, Ramón Torres, Manuel Cámara, Francisca Bennásar o Antoni Costa. Joan Miquel Perpinyà, secretario general de la AUGC, presentó a la nueva asociación «hermana» y luego fue María Antigua, su presidenta, la que leyó un discurso atrevido y de fuerte carga crítica.

«¿Porqué hablo yo y no un guardia civil? muy sencillo, porque ellos no pueden expresarse libremente. Son ciudadanos de quinta categoría y nosotros vamos a luchar por su democratización y desmilitarización», anunció la responsable. María Antigua relató el caso de un guardia, destinado en Palma, que ha sido condenado a nueve meses de cárcel en Alcalá de Henares por estar dos días ausente y a pesar de que pudo acreditar que estaba enfermo.