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EFE-PALERMO
El joven que ayer mató en su municipio de Sicilia a tiros a cinco personas, entre ellas el alcalde, se suicidó horas después en una iglesia, situada a un centenar de kilómetros.

Mientras decenas de policías le buscaban en la populosa ciudad de Catania, hacia donde se suponía que había huido, Giuseppe Leotta, trabajador contratado del Ayuntamiento de Aci Castello de 32 años, acababa con su vida de un tiro en el abdomen. El quíntuple homicida eligió el santuario de la Virgen de la Salud para poner el epílogo a una sangrienta jornada.

El testigo del último episodio fue un hombre de 53 años, al que secuestró para que le llevara en su coche «a dar una vuelta por Sicilia», según declaró a la Policía antes de ser internado, conmocionado, en un hospital. Según la versión policial, el fugitivo se había acercado por la mañana al Ayuntamiento de Aci Castello, donde estaba prevista una reunión sobre el personal contratado, y pidió ver al alcalde, que no le recibió.

Un cuarto de hora más tarde volvió a la Casa Consistorial, armado con dos pistolas, y completó una masacre, al matar a tres empleados municipales, dos mujeres y un hombre, y al alcalde, Michele Toscano, ginecólogo de 45 años y afiliado a Forza Italia. En su huida disparó mortalmente sobre un jubilado de 66 años.