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Un policía de paisano detuvo en la mañana de ayer a un presunto ladrón que estaba siendo perseguido por un turista en el muelle de Palma, a la altura del edificio de sa Llotja.

El agente fuera de servicio reparó en los gritos de un extranjero de unos 55 años que, con dificultad, perseguía al sospechoso, y en pocos metros le dio alcance y lo arrojó al suelo. Cuando la víctima llegó hasta ellos el supuesto ladrón había sido perfectamente «bloqueado». Este individuo, de mediana edad, negó que hubiera participado en algún hecho delictivo, pero como el veraneante insistía, en un mal castellano, en su autoría, se llamó a la Autoridad Portuaria.