En la mañana de ayer fue localizado el cadáver de Francisco Coll
Ferrer, el vecino de Santa Maria del Camí, de 63 años de edad, que
desapareció el pasado día 7 de diciembre mientras buscaba setas en
la finca de Son Oliver. El esqueleto fue localizado, de forma
casual, a primera hora por el propietario de la finca, según
señalaron fuentes policiales. Este hombre comunicó el hallazgo a la
Guardia Civil.
El cuerpo de la víctima, que era un experto conocedor de la
zona, fue localizado junto a una pendiente y se cree que el hombre
sufrió una caída desde esa altura, de unos 20 metros, y fue a caer
sobre unas encinas. A poca distancia de su cadáver fue localizado
el bastón de madera que utilizaba para manejarse por la montaña,
donde solía acudir con mucha frecuencia porque era un gran
aficionado a la búsqueda de setas.
En la tarde del sábado día 7 de diciembre de 2002 Francisco
Coll, al que se le conocía en el pueblo de Santa Maria con el apodo
de «Paliva», salió a buscar «esclata-sangs» con un amigo. Se
dirigieron a la finca de Son Oliver, que está situada junto a la
carretera que conduce a Alaró. A las pocas horas, el tiempo empeoró
y empezó a llover. Su amigo decidió dar marcha atrás y regresar a
su domicilio. Sin embargo, Francisco Coll prefirió continuar
buscando setas. Su amigo no se preocupó por «Paliva» puesto que
sabía que era un experto buscador, estaba acostumbrado a moverse
por la montaña y, además, conocía muy bien la finca donde se
encontraban.
Por tanto, estaba convencido de que no tendría problemas para
regresar a su casa. Sin embargo, por la noche le llamó por teléfono
a su casa y se enteró de que no había vuelto.
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