Imagen de los féretros, cubiertos con la bandera española. FOTO: ALBERTO MARTÍN/EFE

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El dolor y la rabia contra el Gobierno se mezclaron en el multitudinario funeral que se celebró ayer en la base de Torrejón de Ardoz por los 62 militares muertos en el accidente aéreo de Turquía. Los reyes de España y el príncipe Felipe dieron el pésame uno por uno a todos los familiares que acudieron al aeropuerto. Detrás de ellos, el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el ministro de Defensa, Federico Trillo, a los que muchos de los asistentes negaron la mano y les profirieron gritos como «Trillo, cabrón, tú fuiste en otro avión» o «asesinos, canallas».

Tal y como estaba previsto, los cuerpos de los 62 militares muertos en el accidente aéreo en Turquía el lunes llegaron a la base de Torrejón de Ardoz a las 18.00 horas. Allí les esperaban sus familiares y miembros de las Fuerzas Armadas que formaron una apretada multitud en la explanada que sirvió de improvisada capilla, donde el arzobispo castrense, monseñor Estepa, ofició un corto funeral por las víctimas.

También estuvieron presentes representantes de todas las fuerzas políticas como el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, o el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, y de las instituciones del Estado.

Antes de la ceremonia, los reyes de España y el príncipe Felipe, visiblemente emocionados -la Reina, de luto riguroso, lloró abiertamente- manifestaron sus condolencias a todos los familiares que estaban en la primera fila del espacio habilitado para todos ellos. Detrás de los monarcas caminaban el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el ministro de Defensa, Federico Trillo, que no siempre fueron bien recibidos.

Muchos de los familiares que habían acogido emocionados las condolencias de la Familia Real y se habían abrazado a la Reina, se negaron a dar la mano a los miembros del Gobierno, hasta el punto de que en un momento dado Trillo optó por llevarlas cogidas a la espalda. Desde el numeroso grupo de familiares, durante todo el acto y especialmente al paso de Aznar y el titular de Defensa, les espetaron gritos como «Trillo, cabrón, tú viajas en buen avión», «Si tuvierais vergüenza, no habría venido ni el bigote ni ninguno» o «Trillo dimite».