Un policía local de Palma, llamado Pedro R.L., ha sido condenado
por un juez por aceptar un soborno para intentar que se le anulara
una multa a una mujer. El agente ha sido declarado culpable de un
delito de cohecho y el juez le impone una condena de suspensión de
cargo durante un periodo de seis meses. También tendrá que abonar
una multa económica de 50 euros, que es la cantidad que se
quedó.
El agente debía ser juzgado ante un jurado popular. Sin embargo,
este juicio se evitó porque el policía local llegó a un acuerdo
previo con la Fiscalía de Palma para declararse culpable, aceptar
la pena que le reclamaba (que en ningún caso le supone ingresar en
prisión) y así evitar que se pudiera constituir el jurado. El
agente, que tiene 54 años de edad, estaba destinado en el servicio
de puertas del cuartel de Sant Ferran. El día 27 de abril del
pasado año el policía local recibió en mano un billete de 50 euros,
que le entregó una mujer que había sido multada por realizar una
infracción con su vehículo.
El precio de la multa ascendía a 90 euros. A cambio del soborno,
realizó gestiones en las dependencias municipales para que la
citada multa no le fuera cobrada a la conductora. Sin embargo, el
agente fue descubierto por sus compañeros. Estos hechos fueron
puestos en conocimiento del juzgado, que tomó declaración a la
mujer y confirmó que había entregado esta cantidad al policía
local. El juzgado instruyó el caso por un delito de cohecho y al
tratarse de un delito cometido por un funcionario público lo
tramitó a través de la ley del jurado.
El abogado del policía alcanzó un acuerdo con la fiscalía para
evitar que se convocara al jurado y se celebrara el juicio. Este
acuerdo suponía que el policía debía declararse culpable y aceptar
la pena que le pedía el fiscal, que sólo era la de suspensión de su
cargo.
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