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Tres agentes de la Policía Local de Palma se sentaron ayer en el banquillo acusados de un delito de detención ilegal. Los hechos ocurrieron en el mes de julio del año 1998 en la plaza de la Llonja, en Palma. El denunciante asegura que fue detenido por los agentes porque no llevaba su documento de identidad, después de que le entregara un billete de dos mil pesetas a un malabarista que fue arrestado por la policía por realizar una actuación sin autorización en dicha plaza.

Se da la circunstancia que la Fiscalía, representada por Antonio de Vicente Tutor, no imputa ningún delito a los acusados y pide la absolución, al igual que los abogados Mateu Canyellas y Judit Pons. En cambio, Antonio Diéguez, como abogado de la acusación particular, imputa a los tres agentes el delito de detención ilegal y pide diferentes penas, incluidas sanciones de cárcel y de inhabilitación para ejercer como policías.

Los agentes explicaron que una noche intervinieron en la Llonja para arrestar a un «fakir» que estaba realizando un actuación sin contar con permiso, y por tanto le ordenaron que se marchara. Sin embargo, minutos después se enteraron que el individuo había regresado a la plaza y continuaba con el espectáculo. Ante estas circunstancias, los agentes, según explicaron ayer, optaron por intervenirle todos sus efectos e introducirlo en el vehículo.