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Ayer quedó visto para sentencia ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma el juicio contra un hombre llamado Matías S., que está acusado de cometer abusos sexuales sobre su hija adoptiva cuando la menor tenía apenas seis años de edad. Los hechos no se conocieron de inmediato, sino unos dos años después de cometerse y fue cuando la menor fue entregada a otra familia y les contó lo ocurrido a sus padres adoptivos. Explicó que el compañero sentimental de su madre, que no era su padre natural pero que le había otorgado sus apellidos, la había estado sometiendo a todo tipo de abuso sexual, incluido intentos de penetración, desde unos dos años antes, es decir, cuando apenas tenía seis años de edad. Sin embargo, no se había atrevido hasta ese momento a denunciar los hechos por temor a represalias. La familia adoptiva comunicó esta denuncia al servicio de menores del Consell Insular, que presentó una denuncia en el juzgado de Palma. El acusado estuvo en prisión, pero en estos momentos se encuentra en libertad. El fiscal solicitó ayer al tribunal, en un juicio que se celebró a puerta cerrada, que le impusiera una condena de diez años de prisión. La menor ratificó su denuncia. El acusado negó los hechos que se le imputan y mantiene que no abusó de la menor.