El acusado padece un trastorno psicótico de la personalidad.

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José María Sánchez Almendro, el individuo que destrozó la popular imagen del Crist de la Sang, compareció ayer de nuevo ante el juez, no por estos daños, sino para responder de un delito de amenazas que había denunciado su ex compañera sentimental, con quien tiene una hija de cuatro años de edad. Esta mujer denunció que durante los meses de octubre y noviembre del pasado año, es decir, días antes de que el individuo destrozara la imagen religiosa, la estuvo acosando y amenazando de muerte para que le permitiera ver a su hija.

Según parece, la pareja se había separado y el juez de familia había establecido un régimen de visitas. Sin embargo, el acusado no lo cumplió y se desplazaba al domicilio de su ex compañera cada vez que le venía en gana. Sin embargo, ella no le permitía ver a la niña más que los días que había establecido el juez.

La mujer denunció que, al menos, seis o siete veces José María Sánchez se presentó en su domicilio, situado en una localidad de la Part Forana, y comenzaba a aporrear la puerta exigiendo ver a la niña. Además, en otras ocasiones la sorprendió en la calle y, según la denunciante, su ex compañero la insultaba y la amenazaba de muerte.

Por esta serie de amenazas la mujer denunció los hechos y ayer el Juzgado de lo Penal número 3 de Palma había previsto celebrar el juicio. Inicialmente la Fiscalía reclamaba una condena de dos años de prisión. Sin embargo, la acusación alcanzó un acuerdo con la defensa y la pena quedó reducida a tres meses de prisión. Ambas partes concordaron que el acusado sufre un trastorno de personalidad por su adicción a las sustancias estupefacientes.