Joan Pol, director general d'Emergències, dirige una serie de actuaciones para acabar con los pirómanos.

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GUILLEM PICÓ-PEP MATAS
Así, el pasado jueves se llevó a cabo una reunión en Calvià, en la que estuvieron presentes representantes de distintos organismos de la lucha contra los incendios, así como responsables policiales. Al día siguiente ya se puso en práctica una de las medidas adoptadas, que es la de que se hagan patrullas constantemente por zonas de Na Burgesa, Gènova y la Bonanova. En las mismas participan policías de Palma y de Calvià, así como bomberos del Consell de Mallorca y de Palma, además de otros organismos como el Institut Balear de la Natura (Ibanat).

Joan Pol advierte que ya se disponen de datos sobre las identidades de los sospechosos «y en cuanto se les detenga haremos que caiga sobre ellos todo el peso de la ley. Estas personas, sólo por atentar contra la ecología, son autoras de un delito que se castiga penalmente con prisión, además de otras responsabilidades por la vía civil», destacó.

A nivel de prevención, el director general de Emergencias señala que «estamos en estado de máxima alerta, y cuando se detecta una columna de humo, por pequeña que sea, de inmediato se da salida a todos los medios aéreos y los equipos de tierra, porque las condiciones que se dan ahora en la Isla son óptimas para que se propage con rapidez un incendio forestal. Pol insiste en que no se escatimarán esfuerzos, primero para evitar que se propage un fuego forestal, y después para tratar de localizar al pirómano y al grupo de adolescentes, de los que se tiene constancia de que han estado actuando, por lo menos en la inmensa mayoría de los fuegos que hasta ahora se han declarado en Na Burgesa, Gènova y la Bonanova.