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La Guardia Civil de Tráfico cree que el conductor de la furgoneta que el sábado se estrelló contra una acequia de la carretera de Manacor, con el resultado de tres mujeres muertas y cuatro heridos, se quedó dormido unos segundos al volante y que, debido a esa somnolencia, perdió el control del vehículo.

En la furgoneta matrícula IB-1010-CM viajaban siete familiares, al parecer madrileños, y todos ellos eran residentes en Mallorca menos dos jóvenes, que pasaban unos días de vacaciones. El grupo circulaba por un tramo recto, cerca de Algaida, y de repente el vehículo se salió de la vía, chocó contra la acequia y luego volcó. Cuando los primeros equipos de emergencias llegaron al punto kilométrico del siniestro se encontraron con un espectáculo dantesco: dos de las mujeres ya habían fallecido y la tercera, que estaba agonizante, había quedado terriblemente desfigurada por el golpe. La velocidad a la que circulaba la furgoneta era, al parecer, adecuada, pero al caer por el desnivel la acequia de cemento impacto en la parte alta del vehículo, con el consiguiente drama para los ocupantes del interior.

Las fallecidas fueron identificadas como Eloísa L.R., Àngela R.A., y Juana M.M., todas ellas familiares entre sí. Dos tenían entre 20 y 25 años y la tercera, que era la madre del conductor, era de mayor edad. El impacto emocional para los supervivientes fue tal que precisaron asistencia psicológica. Dos de ellos fueron ingresados en Son Dureta, con fracturas y lesiones muy graves, y otros dos en la clínica Juaneda, con pronóstico menos preocupante. Ayer, su estado seguía siendo delicado, aunque no habían empeorado.