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El caso de violencia doméstica en Palma ocurrió el pasado 31 de julio, aunque no trascendió hasta ayer, cuando el portavoz de la Jefatura de Policía dio cuenta de todos los pormenores.

A las diez de la noche, aproximadamente, una pareja comenzó a discutir en un bar de la Porta de Sant Antoni y el hombre, muy acalorado, empezó a propinarle patadas y puñetazos cuando la mujer se encontraba en el suelo, indefensa. Luego, según consta en la denuncia, el presunto agresor se abalanzó sobre ella e intentó estrangularla, sin conseguirlo debido a la tenaz resistencia que opuso la fémina. A continuación, M.O.R., de 29 años y al que no le constaban antecedentes hasta la fecha, se marchó a su casa, tras amenazarla de muerte. La víctima, acompañada de su madre, acudió a la vivienda para recriminarle su actitud, pero ambas fueron sacadas a la calle con malas maneras. El joven, en ese momento, cogió una maceta del balcón y la arrojó contra su compañera. El tiesto le impactó violentamente en la cabeza, lo que provocó un fuerte golpe y también un esguince en el hombro. Varias patrullas del 091 intentaron calmar al sospechoso, que les insultó y les advirtió: «Si tenéis huevos, venid a por mí». Los agentes insistieron en que sólo querían tomarle declaración, pero M.O.R. se lanzó sobre ellos y tuvo que ser reducido por la fuerza. La víctima declaró que no era la primera vez que le ponía la mano encima y que esos episodios violentos coinciden con sus momentos ebrios.

El segundo caso llegó en la madrugada del sábado al domingo pasado, cuando la Unidad Territorial de Costas (UTC) recibió una llamada a las doce de la medianoche en la que se alertaba de que el cliente de un hotel de Porto Cristo intentaba tirar por el balcón a su esposa. Cuando los agentes llegaron J.K.T., de 41 años y de nacionalidad británica, se encontraba en el balcón, sólo y en estado de gran nerviosismo. Su esposa había conseguido escapar. El extranjero, nada más advertir la presencia policial, encolerizó y trató de golpear a los efectivos, que lo redujeron y le colocaron los grilletes.

Los agentes contactaron con la mujer, que se encontraba muy asustada, y le informaron de la posibilidad de que presentara una denuncia contra su cónyuge, a lo que la extranjera respondió de forma afirmativa. Al día siguiente fue trasladada al juzgado de guardia para formalizar la denuncia, y ayer J.K.T. fue juzgado por el sistema de juicio rápido. La sentencia del juez no ha trascendido, pero sí se sabe que el matrimonio viajó hasta Mallorca para pasar unos días de vacaciones.