TW
0

Un testigo lo define como «un espectáculo dantesco». Sobre la cama de una de las habitaciones estaba el cuerpo semidesnudo de María Asunción Llambés, por las cuatro paredes había grandes manchas de sangre y en la casa se veían imagenes de santos, velas y amuletos. El cadáver presentaba una herida a la altura del corazón, dos en el abdomen y estaba orientado con la cabeza hacia los pies de la cama. A primera vista estaba claro que la cuchillada en el corazón era mortal de necesidad y que la mujer tuvo pocas opciones de defenderse. El crimen debió de cometerse poco antes de la medianoche y su autor, presunto autor, fue el marido de María Asunción, Jordi Antolí. Después el hombre se subió a su turismo, un Ford Mondeo con matrícula 8730 BBD, y se dirigió directamente hacia la Colònia de Sant Jordi.

Sobre las tres y media de la madrugada Jordi estaba de vuelta a Palma. Lo hizo por la carretera de Manacor, después cogió la carretera vieja de Sineu y al ir a acceder a la Vía de Cintura, a la altura del Estadi Balear y debajo de un puente peatonal, aceleró el vehículo y se estampó contra un pilar del puente. Policías locales fueron los primeros en llegar a lo que pensaban se trataba de un simple accidente de tráfico y después lo hizo el Cuerpo Nacional de Policía.

Uno de los agentes le dijo a Jordi que no se moviera hasta la llegada de personal sanitario, y entonces observó que el hombre tenía los pantalones bajados hasta las rodillas, estaba descalzo con los zapatos en el suelo del vehículo y presentaba manchas de sangre en los nudillos, en el rostro, y una herida mayor de la que manaba sangre en el abdomen. Del vehículo salía humo y vapores del motor y para evitar que se incendiara los policías utilizaron el extintor.