Momento de la retirada del cadáver de María Asunción Llambés en Palma. Foto: A.S./J.J.

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J.JIMÉNEZ-G.PICÓ-P.MATAS
Jordi Antolí, de 58 años de edad, confesó ayer a la policía haber matado a su esposa y a una amiga de él, en un aparente acto de locura. El primer crimen se cometió a última hora de la noche del martes en la vivienda familiar de Jordi Antolí y María Asunción Llambés, de 60 años, ubicada en el primer piso de la calle Bellet, en Palma.

El segundo asesinato se cometió a primera hora de la madrugada en la Colònia de Sant Jordi, adonde se desplazó el hombre en su turismo y se dirigió directamente a la casa situada en el número 61 de la calle Major, domicilio en el que residía Margarita Veny Bonet, de 58 años. A María Asunción le asestó por lo menos tres puñaladas, y una de ellas le atravesó el corazón. Margarita recibió seis puñaladas y también una le impactó en el corazón. Tras el segundo crimen el hombre intentó quitarse la vida, según él con el mismo cuchillo con el que acababa de matar a Margarita. No lo hizo y cogió su coche, regresó a Palma y se empotró contra el muro de un puente que hay cerca del Estadio Balear. Después confesó a la policía las dos muertes y dijo que «habían hecho un pacto los tres». El hombre quedó ingresado en traumatología de Son Dureta. Jordi Antolí es un trabajador del Psiquiátrico y desde hace años se dedica en su casa a hacer trabajos de videncia, magia y curaciones de diversas enfermedades. Había estado ingresado en un hospital hasta hace unos días por un infarto y padece una grave enfermedad. El móvil de los dos asesinatos se desconoce y en ambos casos se han encontrado datos que parecen dar a entender que existe una relación del tipo esotérico o similar.