El vecino del primer piso opina que «aunque no estoy en contra
de que la gente pueda tener este tipo de animales en su casa, las
autoridades competentes deberían tomar medidas más severas,
especialmente en casos como este, en que un descuido como el de su
propietario puede causar problemas a los demás vecinos. Por suerte,
la pitón se escapó al piso de una persona que tenía conocimientos
acerca de las serpientes, pero si se hubiera tratado de una persona
mayor, quíen sabe, podría haber sufrido un infarto».
Los del segundo se mostraron aun más preocupados: «No puedo
estar tranquila, quién sabe si en otro descuido del propietario el
animal se escapa y ataca a mis hijos». Respecto a la peligrosidad
de esta pitón, los expertos han explicado que se reduce a su
capacidad constrictiva, lo que significa que podría ahogar a
alguien enrollándose sobre su cuello. En este sentido, los vecinos
del onceavo dicen que «puede que no muerda ni sea venenosa, pero
podría estrangular a mi gato hasta hacerlo reventar. Menos mal que
no tenemos niños». La mayoría de los vecinos dicen que Juan, el
propietario de la pitón, «es muy buena gente» pero que cuando se le
escapó «demostró que su extraña afición por las serpientes, puede
causarnos problemas».
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