Las llamas provocaron una gran humareda, que se divisó incluso desde Cabrera. Foto: SANTI

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JAVIER JIMÉNEZ-JONÀS CLIMENT
Dos edificios de la esquina de la calle Bonany con Pascual Ribot, en la barriada palmesana de Son Pizà, fueron evacuados ayer al mediodía después de que un incendio devastara un porche de una terraza y la densa humareda provocara la alarma en la zona. Una tercera finca fue también desalojada como medida de prevención, pero por fortuna nadie resultó intoxicado.

El bloque donde comenzó el fuego está habitado, fundamentalmente, por subsaharianos de color, la mayoría de los cuales se encontraba trabajando fuera. A las 12.00 horas los bomberos recibieron una llamada que advertía de que una máquina de disco había causado un fuego urbano, enfrente de la gasolinera de Son Pizà. El cuartel de la Policía Local se encuentra a 300 metros de allí y las primeras patrullas llegaron en escasamente un minuto, seguidas de bomberos y ambulancias.

«Cuando nos acercamos a la terraza las llamas estaban tan extendidas que no podemos descartar que en lugar de una máquina de disco, como se dijo en principio, el origen del fuego fuera intencionado», declaró uno de los bomberos actuantes.

En el interior del porche, de unos 50 metros cuadrados, había neveras, equipos de aire acondicionado, bicicletas y cajas, todo altamente combustible. La columna de humo fue divisada por la Policía Local de Calvià, que contactó con la de Palma temiendo que se produjera un nuevo incendio forestal. Incluso un barco que se encontraba a dos millas de Cabrera detectó la humareda y llamó al Cos de Bombers.