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La tempestad de la madrugada de ayer trajo, al fin, precipitaciones importantes, en esta caso muy fuertes, sobre una buena parte de Mallorca, todas ellas a partir de las 5 horas. La máxima se produjo en Costitx, con 62 litros por metro cuadrado en apenas una hora. Le siguieron Port de Sóller (58 litros), Alaró (40), Port de Pollença (30), Sóller (26), Vilafranca (22) y Santa Margalida e Inca (21). Por la tarde llovió en Eivissa, con 33 litros por metro cuadrado. En Portopí sólo cayeron 2 litros. Tras la tempestad de la madrugada, apenas llovió en Mallorca durante todo el día de ayer.

El Centre Meteorològic Territorial detectó la caída de granizo-piedra en Costitx, Consell, Alaró, Binissalem y Sineu. Aunque en la comarca del Raiguer se dio por seguro el paso de un «cap de fibló», el viento máximo detectado por el Meteorològic tuvo lugar en Alfàbia, con una fuerza de 94 kilómetros por hora.

Cabe destacar que las temperaturas máximas en buena parte de Mallorca fueron, ayer, por primera vez inferiores a los 30 grados desde el pasado 29 de julio. Prácticamente toda la mitad sur de la Isla registraba valores máximos por encima de los 30 grados de manera continuada desde hacía más de un mes. Ayer, las niveles más altos de los termómetros no sobrepasaron los 28 grados. Por su parte, las mínimas no fueron más allá de los 20 grados, lo que permitió a una gran mayoría de ciudadanos, por primera vez en mucho tiempo, dormir a pierna suelta, sin agobios ni sudores, y sin necesidad de aparatos de refrigeración.