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El hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer confirmó ayer el temor de los servicios de rescate sobre el trágico destino de 9 españoles, tres de ellas niños, que viajaban el en una avioneta bimotor y que cayó al mar tras despegar de la isla lusa de Madeira.

Mientras prosigue la búsqueda, los servicios aeroportuarios lusos facilitaron a la Embajada de España en Lisboa una primera relación con seis nombres de ciudadanos españoles, todos ellos llegados de Málaga, en la que al parecer faltan por identificar a dos menores y al piloto, de quien se sabe que es de nacionalidad británica.

Fuentes de la representación diplomática española dijeron que los nombres facilitados son los de Francisco Morales, Josefa Sánchez Albu, Jorge Juan Arenas, Manuela Santa Martín, David Chai Cruces y Patricia Arenas Rome.

Los viajeros pueden ser dos o tres familias amigas, con negocios de pastelería en Málaga y los tres menores tendrían 14, 8 y dos años, y éste último, según esos testimonios, cumpliría ayer años.

Hasta ahora, los servicios de salvamento, con ayuda de buques y un helicóptero, sólo han podido recuperar de madrugada el cuerpo mutilado de una mujer a dos millas náuticas de la Punta de Sao Lourenco, en la costa norte de Madeira y no lejos del aeropuerto de Funchal.

El avión perdió contacto con la torre de control del aeropuerto madeirense tres minutos después de su despegue, a las 21:54 hora local del jueves, con destino a Málaga. El aparato, un bimotor Beechcraft 200, fabricado en 1977 y propiedad de una empresa estadounidense, permaneció desde el pasado lunes en Madeira, adonde había volado desde Málaga.